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La venta de vivienda nueva seguirá estable, pero la usada se resentirá en 2024, según los expertos

15 Ene, 2024

El ‘gap’ entre demanda y oferta es un factor clave que marcó el inmobiliario durante 2023. Parece que esto se mantendrá en estos primeros meses del año, de igual forma que hay diferencia entre la vivienda nueva y la de usada. Según los expertos consultados, las transacciones de viviendas nuevas seguirán estables en el arranque del año, pero la de usada se reducirá a causa de la inflación, los tipos de intereses y los conflictos bélicos actuales, que están creando un nivel de inseguridad en la inversión por parte del comprador.

La compraventa de viviendas nuevas podría mantener una trayectoria positiva en el primer trimestre de 2024, respaldada por la demanda sostenida y probablemente impulsada por factores como tasas de interés favorables, políticas gubernamentales de estímulo económico o un mercado laboral más robusto. Así lo ve Francisco Sierra, director general de Casavo para el sur de Europa. “No obstante, es importante tener en cuenta posibles variables que podrían influir en esta proyección, como cambios en las condiciones económicas nacionales o eventos globales que impactan a la estabilidad financiera”.

Por su parte, Miguel Ángel Gómez Huecas, presidente de las patronales inmobiliarias FADEI y AMADEI, cree que las transacciones en las nuevas seguirán estables, “el stock se irá reduciendo al mismo ritmo ya que hay mucha demanda y poca oferta”.

Mercedes Blanco, CEO de Vecinos Felices y miembro del comité asesor jurídico del Colegio Oficial de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria (COAPI) de Catalunya, opina también sobre la compraventa de obra nueva, “nos encontramos en un momento en el que se están ralentizando las ventas debido a que en la actualidad el cliente se lo piensa más a la hora de comprar. Normalmente, la compra de vivienda de obra nueva se efectúa entre aquellos que disponen de capacidad de ahorro y posterior financiación, o bien, porque viene de la aportación de una venta de un inmueble anterior”.

La experta comenta que, en el momento en que este proceso se ralentiza o hay dudas del precio de venta del inmueble, ello repercute en la compraventa de obra nueva. “Actualmente como no hay oferta, se siguen vendiendo viviendas de usada porque hay escasez de obra nueva, por lo que hay exceso de demanda frente a las opciones de compra”.

Respecto a la compra de vivienda usada, Miguel Ángel Gómez Huecas cree que se reducirá, ya que la inflación, los tipos de interés y los conflictos bélicos actuales están creando un nivel de inseguridad en la inversión por parte del comprador, “además los bancos cada vez ponen más dificultad a la hora de conseguir una hipoteca”.

En el mercado de vivienda usada, sí se están ajustando los precios en determinadas zonas, en base a la tipología de producto y, sobre todo, en base al potencial comprador de ese inmueble, “pero no ocurre en el mercado general, y lo mismo en cuanto a compras”, opina Mercedes Blanco. “En las grandes ciudades o en la costa es diferente porque sigue habiendo una fuerte demanda del comprador extranjero que busca producto de alto standing con una exclusividad”. Por ello la experta opina que el potencial comprador no espera una reducción de los precios. “En la vivienda usada se podrá ver como sí seguirá evolucionando el ritmo de compraventas,  sólo en determinadas zonas y en productos muy específicos”.

Francisco Sierra, de Casavo, espera que las viviendas usadas sigan siendo una parte fundamental del mercado inmobiliario. “A pesar de un crecimiento más moderado observado en el primer trimestre de 2023, lo cual podría reflejar una posible estabilización en la demanda o en la oferta disponible, es relevante señalar que actualmente existe un menor stock de viviendas a la venta acompañado de una menor demanda”.

Si bien esta disminución en la oferta podría influir en una estabilización de los precios, el experto cree que es necesario destacar que la falta de oferta también contribuye a que los precios se mantengan sólidos. En resumen, “podríamos anticipar menos transacciones, pero con precios estabilizados debido a la escasez de oferta en el mercado”.

¿Seguirán subiendo los precios de las viviendas en 2024?

El presidente de las patronales inmobiliarias FADEI y AMADEI cree que la obra subirá de una forma lineal en cualquier parte de España, “esperemos que no más del 5%”, mientras que la usada es diferente, “nos encontraremos con subidas entre el 1% y el 3% anual, pero habrá zonas tensionadas donde se tendrá que bajar los precios para poder encontrar al comprador porque recordemos que van a tener más dificultad en conseguir una hipoteca y tendrán que bajar sus pretensiones del importe de compra”.

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