¿Se pueden instalar piscinas portátiles en las comunidades de vecinos?

Llegado el verano, son muchos los que quieren disfrutar de la ventaja de tener piscina en casa. Es hora de refrescarnos y de pasar la ola de calor de la mejor manera posible. Si no tienes un enorme jardín, quizás te interese saber si puedes instalar piscinas portátiles en la comunidad de vecinos, ¿es esto factible? ¿Cómo se realiza?

Tales piscinas portátiles suelen instalarse en terrazas, azoteas o bien patios que están en las zonas comunes de una comunidad, si bien es algo a analizar porque, en ocasiones, no es algo posible.

Aunque según los expertos en comunidades de propietarios de Vecinos Felices, no hay una normativa específica sobre ello, tales temas están regulados en la Ley de Propiedad Horizontal que, en líneas generales, establece que la instalación de piscinas portátiles en patios, o bajos sin un sótano o garaje debajo podría hacerse sin problema, pero no pasa lo mismo en las terrazas de pisos superiores, azoteas o bajos con sótano. En tales lugares no está tan claro que podamos tener este tipo de piscinas.

Características de las piscinas portátiles

Este tipo de piscinas suelen tener una fuerte demanda en épocas estivales, porque son fáciles de montar y desmontar. Suelen ser elevadas, se venden a buen precio, tienen tamaños distintos, y se usan durante los meses en los que hace más calor, para luego desmontarse y guardarse sin problema.

Dimensiones y peso de las piscinas

Para saber si es posible instalar una piscina portátil en una terraza, azotea o patio, es indispensable tener en cuenta las dimensiones y también el peso del agua de estas. Si ello se sobrepasa, puede haber problemas porque el edificio no soportaría tales dimensiones.

Una terraza puede soportar una carga variable de unos 300 kg/m² como máximo y llenarse a una altura de unos 30 cm aproximadamente. A ello le debemos sumar el peso de la estructura del edificio y también del número de personas que se están bañando. En general, si nos pasamos de tales dimensiones, entonces podríamos hablar de una sobrecarga respecto a lo que soporta el edificio con los consecuentes problemas que esto puede suponer.

Consultar a un técnico

Si bien debemos especificar que la norma no establece ni da información sobre la capacidad de la piscina en litros, el peso o la estructura del suelo, es mejor no arriesgarse, preguntar a un técnico o bien arquitecto y respetar las medidas antes vistas porque, de lo contrario, es el propietario de su terraza, de uso privativo, pero propiedad de la comunidad de vecinos, el que se encargue de reparar los posibles problemas derivados de esta instalación.

Según determina el artículo 9.1 de la Ley de Propiedad Horizontal: se establece obligación de cada propietario respetar las instalaciones generales de la comunidad y demás elementos comunes, tanto de uso general o privativo de cualquiera de los propietarios, estén o no incluidos en su piso o local, haciendo uso adecuado de los mismos y evitando en todo momento que se causen daños o desperfectos.

Arquitectos señalan que, si instalamos una piscina de un metro cuadrado y la llenamos con 50 centímetros de agua, duplicaría el peso que la estructura puede aguantar. Además, hay que tener en cuenta que estas piscinas se llenan hasta el metro o incluso más.

Certificado

Como para su instalación tampoco se requiere o se solicita una licencia urbanística, se aconseja, además, contar con un certificado firmado por un técnico que es el que garantiza que todas estas cargas derivadas de la piscina son soportables para el edificio en cuestión.

Otras normativas

Además, y según Mutua de Propietarios, hay que tener en cuenta la normativa de protección del paisaje y patrimonio urbano que se aplique al edificio. En el caso de que se quiera instalar una piscina de obra, y no una portátil, será necesario solicitar un permiso al Ayuntamiento.

Y si se quiere instalar una piscina portátil en un patio, es decir, en una planta baja, se debe tener en cuenta si debajo hay otra planta, un sótano o garaje. En este caso, será necesario valorar el peso máximo que el suelo pueda soportar, y para ello será necesario contar con un estudio técnico de la estructura del edificio, como hemos señalado.

Aprobación de la junta de propietarios

Además de los factores vistos anteriormente, cuando tenemos pensado instalar una piscina portátil en un espacio común de la comunidad de propietarios, necesita de la aprobación de la junta de propietarios, como muchas otras cosas que deben aprobar los vecinos. Así, su instalación precisa de la aprobación de una mayoría de 3/5.

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Desde Vecinos Felices podemos asesorarte sobre la instalación de una piscina portátil en tu comunidad de vecinos

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